Es un lugar especial al que no me gusta llamar carpintería, más bien lo llamo taller creativo de madera, así puedo tomarme la libertad de hacer todo lo que mi mente y mi corazón me permitan.

En este refugio de madera, color y flores no hay más que pequeña maquinaria y herramientas manuales con las que fabrico de manera artesanal todo tipo de piezas, aunque también vas a encontrar mucho material en bruto, maderas de muchos tipos y, sobre todo, una colección de troncos, palos, cortezas o cualquier cosa interesante y factible de reutilizar que me encuentro en la naturaleza.

El taller es el espacio donde las ideas se agolpan y los sueños discurren sin control, donde los proyectos se convierten en piezas tangibles, únicas, con personalidad e identidad propia.